De acuerdo con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) en nuestro país existen 68 pueblos indígenas reconocidos en el artículo 2° de la Constitución, cada pueblo indígena es portador de una lengua lo que hace que existan 364 variantes lingüísticas, categorizadas en 68 agrupaciones y 11 familias lingüísticas esto de acuerdo al Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales (INALI 2008)[1], aunado a ello la reciente reforma al artículo 2°, mediante el cual se hace el reconocimiento a los pueblos afromexicanos, como parte de la diversidad pluricultural y lingüística que caracteriza al país.
En México, según datos de INALI, 25 millones de personas se autoadscriben como indígenas, cifra que representa un 21.5% de la población total del país, de los cuales de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su último censo de población 7,382,785 personas son hablantes de alguna lengua indígena (INEGI, 2010)[2] y de acuerdo a la encuesta intercensal se estima que hay 1,381,853 millones de mexicanos que se identificaron como afrodescendientes o afromexicanos que representan un 1.2% de la población[3].
De acuerdo a la Resolución 61/295 Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas[4] en su artículo 1° menciona que los indígenas tienen derecho como pueblos o como individuos, al disfrute pleno de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y las Normas internacionales de derechos humanos.
Ante la diversidad lingüística y cultural con la que cuenta nuestro país, también se han hecho visibles los retos que estos pueblos indígenas enfrentan ante la pandemia por la enfermedad COVID-19 que azota a la población mundial, sin embargo, son estos pueblos quienes sufren de los estragos que va dejando a su paso y vulnerando sus derechos reconocidos en distintos instrumentos nacionales e internacionales.
Para fines del presente artículo se retomarán sus derechos a la salud, al acceso a la información pública y a la educación frente a los retos que se enfrentan ante la presencia de la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2.
Cabe aclarar que el artículo aquí presentado es un esfuerzo por presentar problemáticas, escenarios y realidades que aún siguen en proceso de discusión y que aún queda mucho explorar y proponer.
Acceso a la Salud
El derecho a la salud es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, el Estado tiene el compromiso de garantizar este derecho a toda población, sin embargo, en nuestro país dista mucho de la garantía de este derecho, puesto que el servicio y las atenciones médicas son deficientes en muchas comunidades, especialmente en las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas, donde el servicio médico más cercano responde a un centro médico, el cual solo brinda atención medica básica con escasos recursos humanos y sin medicamentos para atender los padecimientos. En este contexto se encuentran inmersas las comunidades indígenas, rurales y pueblos afrodescendiente frente a la Pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, que azota al mundo entero, siendo estas comunidades las más desprotegidas y donde la atención medica llega después y muy deficiente.
El sistema de salud implementado en las comunidades indígenas, rurales, afromexicanas y población en general contó en su momento con el seguro popular, que fue una política pública de salud que buscaba a través del aseguramiento público en salud, brindar protección financiera a la población que carece de seguridad social, asegurando su acceso a servicios de salud, que aún en su implementación tuvo deficiencias que hasta la actualidad siguen presentes, al tener centros de salud con poco personal, falta de infraestructura, además de no contar con medicamentos.
Con la actual administración se elimina la figura del Seguro Popular y se buscar constituir el Instituto de Salud para el Bienestar que entre sus funciones prevé absorber el padrón de beneficiarios del Seguro Popular, pero mientras se recorre el camino del proceso legislativo, las comunidades indígenas, rurales, afromexicanas siguen con centros de salud sin medicamentos, sin infraestructura, con servicios limitados y sin personal médico, esto es parte del escenario que se enfrentan ante la pandemia.
Aún con las grandes limitaciones del sistema de salud en las comunidades, no podemos dejar de lado, el conocimiento medico tradicional con el que cuentan nuestras comunidades indígenas desde tiempos memoriales, conocimientos que se han ido perdiendo en las generaciones por la falta de importancia que se le otorga, pues bien, ante la pronunciada pandemia las comunidades indígenas revalorizan estos conocimientos y optan por curar algunos padecimientos a través de plantas y prácticas medicinales, cabe mencionar que el uso de plantas medicinales en las comunidades se basa también en padecimientos emocionales y/o espirituales. Ejemplo de ello, en temporadas de lluvias y frío la gripe se hace presente, y ante el contexto por la pandemia y ante la falta de información en sus lenguas respecto al COVID-19, en muchas comunidades la infodemia[5] generó la incertidumbre de si existe o no dicha enfermedad, frente a esto, prefieren curar una gripa usando remedios naturales como el uso de alcohol mezclado con diversas plantas como altamisa, etc. Dichos conocimientos atienden a un patrimonio biocultural, de ahí su importancia por el respeto y reconocimiento de sus conocimientos médicos tradicionales, así como de la protección de sus territorios.
Ahora bien a fin de garantizar el acceso universal del derecho a la salud, bajo un enfoque de diálogo intercultural, pertinencia cultural y en un contexto inclusivo, los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud, en la 29ª Conferencia Sanitaria Panamericana aprobaron la primera Política sobre Etnicidad y Salud (documento CSP29/7, Rev. 1)[6] en el año 2017, que promueve la necesidad de un enfoque intercultural desde un plano de igualdad y respeto mutuo que contribuya a mejorar los resultados en materia de salud y avanzar hacia la salud universal. Esta política constituye una herramienta clave para mejorar la situación de salud de los pueblos indígenas y pueblos afromexicanos, y aunque ha sido un avance el reconocer que se tiene que contar con modelo intercultural para garantizar el derecho a la salud en las comunidades el proceso ha llevado su tiempo.
A pesar de los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales que buscan garantizar este derecho en las comunidades indígenas y afrodescendientes, como el mencionado en el párrafo anterior, en la práctica se vuelve todo complejo, resultando necesario impulsar políticas públicas en materia de servicios de salud a comunidades indígenas, en un marco de respeto e interculturalidad, garantizando un sistema de salud que brinde una asistencia médica equilibrada tanto en la medicina alópata como la medicina tradicional mexicana sustentada en los conocimientos de los pueblos indígenas.
En consecuencia, se debe contar con la participación de médicos generales y especializados, así como parteras, médicos tradicionales y/o médicos interculturales. Asimismo, se requiere que el Estado busqué mecanismos que permitan el cabal cumplimiento de lo establecido en el artículo 2° fracción III de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en aras de asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud mediante la ampliación de la cobertura del sistema nacional, aprovechando debidamente la medicina tradicional.
En suma, en materia legislativa se necesitan leyes que amparen, promuevan y fortalezcan el sistema de medicina tradicional sustentada en los conocimientos de pueblos indígenas y su uso en situaciones como la pandemia que hoy enfrenta el mundo para el mejoramiento de los servicios médicos. Así como, garantizar programas o un seguro médico que atienda de manera integral padecimientos que requieren de altos costos tratando de disminuirlos y garantizar el libre ejercicio de la consulta pública respecto a los programas de salud que emprenda el Estado.
Acceso a la Educación frente al COVID-19
Una de las esferas sociales que se vio afectada con el COVID-19, fue el ámbito educativo. El suspender las clases presenciales para evitar contagios, tomando como estrategia la educación en línea, a distancia y a través de los medios de comunicación masiva, como la televisión y la radio, que parece ser más bien una estrategia de cobertura y difusión de contenidos educativos considerados en las planeaciones educativas. Sin embargo, aún con el acceso a estos materiales, la crisis educativa por el COVID-19 afecta en gran medida el aprendizaje significativo y la construcción de conocimientos de los estudiantes, además de poner en riesgo el acceso a la educación para muchos estudiantes de comunidades indígenas. Frente a la nueva normalidad que ha implantado la pandemia, los retos en materia educativa en las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas han develado las problemáticas que día con día enfrentan.
Para la educación básica se implementaron estrategias generadas a prisas atendiendo a una situación inesperada, optando la educación a distancia y al acceso a internet, ante esto, se generalizaron los contenidos educativos sin considerar el contexto lingüístico, sociocultural, ni las condiciones en que cada alumno se desenvolvía, dejando visible también, la brecha digital existente en las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas relativo a la poca accesibilidad a internet, la poca o nula señal en los servicios móviles, además de la falta de equipos como computadoras, tabletas, televisiones y teléfonos celulares que les permitan de algún modo acceder a los contenidos escolares transmitidos, sin mencionar que en algunas comunidades indígenas no cuentan con servicios de luz. Aunado a esto, en comunidades indígenas, rurales y afromexicanas enfrentan situaciones como la de los padres de familia que apenas saber leer y escribir.
Atendiendo a la generalización de los contenidos educativos, vistas desde una sociedad homogénea, en este momento de la pandemia, retomó las palabras de dos profesores estudiosos de la lengua y cultura otomí Edward y Aurelio Núñez[7], quienes consideran que se debe implementar un modelo de educación multicultural y multilingüe obligatorio para todos los mexicanos, en el que se enseñe una lengua indígena, el español, como lengua mayoritaria, además del desarrollo e implementación de proyectos de alfabetización para que los indígenas puedan escribir en su propia lengua y desde su cosmovisión, así como diseñar e implementar una política educativa acorde a la realidad cultural de los distintos pueblos indígenas y del estado multicultural de la nación mexicana que permitan, por un lado reducir los altos índices de analfabetismo y rezago educativo que padecen los pueblos indígenas y, por otro lado, la construcción de una sociedad mexicana incluyente, respetuosa, justa y diversa.
Retomando lo anterior, ante la situación de la pandemia, y las medidas de prevención optadas entre ellas quedándose en casa para evitar contagios, en el sentido de la educación indígena, este parece mostrar una oportunidad para revalorizar los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas, así como un campo de revitalización a través de la transmisión oral de las lenguas indígenas, esto dado a que con el confinamiento en las familias extensas se da un vínculo de los adultos mayores con las generaciones jóvenes, que permite un intercambio de conocimiento.
Ahora bien, retomando el tema de la educación a la distancia que develo aún más la brecha digital y las carencias en que aprenden los niños, niñas y jóvenes, visibilizó también las grandes necesidades de las comunidades que en su mayoría no cuentan con servicios de internet, y la cobertura a telefonía móvil, servicios que para ellos parecen un futuro tan lejano, ocasionando que los padres se las ingenien económicamente para que sus hijos puedan tomar clases e incluso captar señal de la telefonía móvil para poder acceder y recibir sus clases escolares, desde esta mirada resulta necesario que el Estado otorgue respuestas específicas que permitan a niños, niñas y jóvenes el acceso a la educación con calidad en los contenidos bajo un enfoque intercultural y bilingüe, así como contar con la infraestructura adecuada que permita a las comunidades alejadas de la realidad tecnológica a tener un espacio, donde los niños puedan tomar clases. Algunas comunidades han encontrado estrategias como la radio para que los niños puedan tomar las clases en línea ante la contingencia sanitaria.
En este esfuerzo colaborativo por garantizar la educación se han sumado las grandes empresas tecnológicas como Google, You Tube, entre otras, y las grandes cadenas de televisión nacional, las cadenas regionales de televisión y los canales de la radio y televisión para llevar los programas educativos a niños y niñas de manera generaliza, en un esfuerzo por cerrar el ciclo, situación que ha dejado vulnerable a los niños y niñas de las comunidades indígenas, pues en muchos casos la brecha digital se hace tan presente, que como consecuencia prevé un rezago educativo considerable.
Aún con los esfuerzos que se realicen, la realidad tecnológica en la que se encuentran muchas comunidades y localidades rurales del país, seguirá siendo un tema tan ausente, si el Estado no se compromete con ellas a generar un verdadero desarrollo tecnológico que no solo se centré en las grandes urbes. Sumado a ello, si el Estado elimina las instancias que entre sus funciones está el garantizar este desarrollo tecnológico, como lo es la Subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo tecnológico de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, en vez de avanzar hacia un Estado incluyente y garantizar este desarrollo y acceso tecnológico en las comunidades y localidades rurales, indígenas y afromexicanas que permita reducir la brecha digital, estaremos estancados.
Asimismo, en la respuesta que el Estado deberá otorgar a las comunidades indígenas, deberá considerar el impartir las clases en las lenguas originarias de las localidades y no centrar la oferta educativa en la lengua dominante como el español, así como generar contenido educativo con pertinencia cultural y lingüística como bien lo mencionan Edward y Aurelio Núñez.
Aun cuando la pandemia ceda y se planteé una nueva normalidad, en el ámbito educativo el Estado deberá implementar acciones concretas que garanticen y hagan efectivo lo señalado en el artículo 3° fracción II inciso g) de la Constitución Mexicana al considerar una educación intercultural, en este sentido se repensarían los programas educativos planteados las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas en un sentido intercultural bilingüe que responda a las necesidades educativas de sus localidades y del país. Además del fortalecimiento de maestros bilingües que permitan brindar una educación intercultural. Aunado a ello, se requiere que el Estado equipe de infraestructura a las escuelas de modo que puedan una conectividad digital, así como equipos y medios que les permitan acceder a una educación integral.
Acceso a la Información Pública en sus lenguas indígenas
El derecho a la información pública de los pueblos indígenas construye una herramienta fundamental para la promoción de sus derechos humanos, así como en la toma de sus decisiones. En materia legislativa, el acceso a la información para estos pueblos indígenas no se encuentra especificado en sus artículos 6° y 7° los cuales abundan sobre este derecho a la población en general, sin embargo con fundamento en estos artículos, se desprende la Ley General de Transparencia que establece que tanto los órganos garantes como sujetos obligados tendrán el deber de procurar que los grupos vulnerables puedan ejercer el derecho de acceso a la información en igualdad de condiciones; deberán, por ejemplo procurar que la información publicada sea accesible de manera focalizada a personas que hablen alguna lengua indígena.
En el contexto práctico, la realidad se torna distinta, el derecho al acceso a la información pública en lenguas indígenas no deben estar en un papel aislado, se deben tomar acciones concretas que permitan a las comunidades indígenas y afromexicanas tener acceso a información verídica, momentánea sobre los acontecimientos nacionales e internacionales en sus lenguas, pero también tener el acceso a recursos comunicativos y de infraestructura que les permita difundir, promover, promocionar sus culturas, pensamientos, prácticas cotidianas, música, el uso de su lengua, y todos aquellos elementos que los hace pueblos originarios de México. Asimismo, es importante desarrollar criterios múltiples con la participación activa y significativa de los pueblos indígenas locales y las comunidades y organizaciones de afrodescendientes, a fin de captar en forma precisa su identidad y sus condiciones socioeconómicas (CEPAL, 2008)[8]
Frente a la situación que enfrenta el mundo entero respecto a la enfermedad del COVID-19, el tema del acceso a la información pública, oportuna y verídica tomó un espacio transcendental en esta nueva cotidianidad de estar informados sobre los avances, de las constantes acciones que genera el gobierno para prevenir el COVID-19. En este margen de estar informados, resulta importante mirar hacia las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas de México para conocer cómo llega esta información en estas comunidades, el cómo se está difundiendo la información en comunidad y si es que hay información en la cada una de las lenguas que se hablan en las comunidades indígenas.
Respondiendo a la interrogante de ¿cómo llega esta información en comunidades indígenas, rurales y afromexicanas? La respuesta sencilla sería que llega a través de la televisión, la radio, las redes sociales, pero que sucede con aquellas comunidades donde la señal de televisión, telefonía móvil e internet no llega. Resulta importante señalar que, en muchas comunidades indígenas, rurales y afromexicanas no cuentan con la infraestructura necesaria para que les llegué la información oficial sobre el COVID-19, aunado a la poco o nula señal del servicio de telefonía, televisión y en algunos casos comunidades indígenas que no cuentan con radios, esto hace vulnerables a nuestras comunidades de recibir información falsa.
En concordancia con lo anterior, durante los primeros meses del confinamiento, muchas comunidades indígenas, rurales y afromexicanas, enfrentaron situaciones de infodemia, es decir, la circulación de información falsa respecto a la pandemia, situación que pudo evitarse, si se hubiera proporcionado información verídica y oportuna en sus lenguas de origen y atendiendo a su contexto cultural, del cual no hubo mucha respuesta, pues ni los centros médicos ni las autoridades locales, municipales tomaron acciones para informar a las comunidades sobre la situación del país, con esto no se trata de generalizar a las comunidades, debido a que en otras comunidades indígenas los medios de comunicación local como la radio, están jugando un papel importante.
Ahora bien, en el caso de que las comunidades indígenas y afromexicanas, tengan acceso a señal de radio y televisión nacional y pueden escuchar las conferencias vespertinas, sabemos que el contenido estadístico expuesto llega, pero ¿realmente el mensaje llegará con claridad a nuestras comunidades considerando el contexto en que cada una se desenvuelve? Ante esta multiculturalidad que posee nuestro país surge la surge la necesidad de generar material sobre el COVID-19 en las 68 lenguas indígenas que tiene el país de acuerdo al INALI, señalando que la producción de estos materiales debe atender al contexto y realidad que vive cada comunidad, además de que el mensaje que se comunique sea de forma certera.
Ahora bien, en este contexto, instituciones de la administración pública Federal, estatal y municipal realizan el esfuerzo por generar materiales informativos respecto al COVID-19, pero surgen más interrogantes y es que una de ellas es ¿cómo difundir esta información en comunidades indígenas donde apenas se logra tener señal?, aquí es donde un medio de comunicación comunitario e indígena retoma su gran importancia, al garantizar el derecho que tienen las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas a la información pública y asimismo muestra la necesidad de traducir dicha información a la lengua y realidad local de cada contexto.
En este sentido, ante la situación de emergencia por la pandemia, surge la necesidad de la difusión de la información pública en las 68 lenguas indígenas, como parte de sus derechos humanos, en la medida en que nuestras comunidades indígenas, rurales y afrodescendientes reclamen sus derecho al acceso a la información fortalecerán varios puntos importantes entre ellos, la oralidad de las lenguas en otros espacios y ámbitos sociales donde pueden ejercer sus derechos humanos, que a su vez permite una revitalización lingüística; en ese sentido el Estado debe garantizar el acceso a la información pública en cada una de estas lenguas indígenas, produciendo contenidos orales, escritos, visuales y auditivos con pertinencia cultural de las lenguas indígenas, así como buscar los mecanismos para la promoción, difusión y consulta con pertinencia cultural de dicha información, tendiendo en cuenta la participación de las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas en la generación de estos materiales.
En este mismo orden de ideas, uno de los mecanismos para la difusión de la información pública que las comunidades indígenas han cobijado como parte de sus instituciones propias, son las radios comunitarias, y es que, frente a la pandemia, funge como un enlace entre la comunidad y el mundo exterior. Los medios comunitarios pueden proponer y promover acciones comunitarias donde se visualice la fortaleza que tienen las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas para contener cualquier tipo de riesgo y que se relaciona con su sistema de salud, conocimientos médicos tradicionales, de alimentación, prevención, su autonomía y libre determinación. Haciendo que estas comunidades creen medios de subsistencia propios, donde los medios de comunicación van de la mano con la diversidad de sus instituciones propias como la salud, la economía, la alimentación, sus métodos de prevención.
Aunado a lo anterior, no solo las radios comunitarias e indígenas deben de cumplir un papel trascendental en la difusión de la información pública para nuestros pueblos indígenas, sino se necesita incluir esta diversidad cultural y lingüística en los medios de comunicación masiva como la televisión, las radios comerciales, entre otros, abriendo espacios donde se puedan difundir capsulas informativas y demás material auditivo, visual sobre el COVID-19 y de otros temas, en las diversas lenguas originarias nacionales que reconoce la constitución mexicana, entendiendo esta como una estrategia integral que permitirá; garantizar el derecho humano de los pueblos indígenas al acceso a la información pública en sus lenguas, ser una forma de alfabetización, revitalización lingüística, y una revalorización y conciencia de las raíces originarias.
Es aquí donde el papel del Estado está en garantizar la inclusión equitativa e igualitaria de las lenguas indígenas en México en diversas esferas sociales e incluso pensar en su inclusión en los medios de comunicación masiva, en un esfuerzo constante encaminado hacia el reconocimiento de un México multicultural y multilingüistico. Que por su parte Irma Pineda, representante de los Pueblos indígenas ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), expresó que la radio como medio de comunicación pública debe abrirse más y dar cabida a las diferentes lenguas indígenas. En este mismo contexto, no solo la radio debe dar esta apertura a las lenguas sino también la televisión.
La implementación de las radios indígenas o comunitarias en México, que transmita información en lengua, genera un sentido de identidad con la población, ese sentido de confianza por expresarse y de realizar sus producciones radiofónicas acorde a su contexto cultural, se refleja en su contenido su forma de sentir y pensar.
Bajo esta tesitura, es importante subrayar también, que para que se dé un buen desenvolvimiento de las lenguas indígenas en nuevos espacios de la vida social del país y de su derecho al acceso a la información pública, es necesario afrontar la discriminación que cada una presenta, por lo que se deberán tomar acciones y/o ejes transversales que permitan una concientización y sensibilización profunda no solo de la importancia de diversidad lingüística sino también del papel que tienen las comunidades indígenas, rurales y afromexicanas en la protección y respeto de los recursos naturales así como de sus mecanismos de desarrollo sostenible.
En conclusión, la diversidad multicultural y lingüística que presenta un país como México, que demanda el cabal cumplimiento de sus necesidades exige un Estado y gobierno que sea incluyente y que garantice sus derechos que, aunque se encuentran establecidos en los mandatos constitucionales, instrumentos nacionales e internacionales, estos están alejados de la práctica y la realidad.
[1] Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales disponible en: https://www.inali.gob.mx/clin-inali/ [2] Censo de Población (INEGI, 2010), disponible en: http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/lindigena.aspx?tema=P [3] Encuesta Intercensal 2015, Datos de la Población afrodescendiente en México. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/199489/Datos_INEGI_poblacio_n_afromexicana.pdf [4] Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, 2007 disponible en https://www.un.org/development/desa/indigenouspeoples/wp-content/uploads/sites/19/2018/11/UNDRIP_S_web.pdf [5] Según ha declarado la OMS, el brote de COVID-19 y la respuesta correspondiente han estado acompañados de una infodemia masiva, es decir, de una cantidad excesiva de información ‒en algunos casos correcta, en otros no‒ que dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan. (Organización Panamericana de la Salud, 2020.) [6] Política sobre Etnicidad y Salud https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&view=download&category_slug=29-es-9250&alias=42014-csp29-7-s-014&Itemid=270&lang=es [7] Hekking E y Núñez A. (agosto de 2019) “Día Internacional de los Pueblos Indígenas” Gaceta UAQ. Difusión, Historia, Identidad año 2 No. 20, pp: 4-6 [8] CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) (2008), Seminario-taller “Censos 2010 y la inclusión del enfoque étnico. Hacia una construcción participativa con pueblos indígenas y afrodescendientes en América Latina”, Guía para el trabajo de grupos, Grupo 3, Santiago de Chile, 19 al 21 de noviembre.
Comments