El 2 de junio de 2024 será recordado como una fecha histórica para las y los mexicanos, la mayor parte de la ciudadanía que ejerció el voto decidió otorgarle toda la confianza a un modelo y estilo de gobernar. Siendo más específico, la apuesta de cerca de 33 millones de mexicanos[1] fue la de darle el control del poder mayoritario al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) encabezado por quien será la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Sin embargo, aunque la victoria es inobjetable, poco más de 21 millones decidieron votar por una opción distinta, ya sea la encabezada por la candidata Xóchitl Gálvez Ruiz o la de Jorge Álvarez Maynez. Incluso si sumamos aquellos que decidieron no ejercer su derecho al voto, o bien aquellos que lo anularon, podemos considerar que un amplio sector de la población mexicana no se sentirá plenamente identificado con el régimen político actual.
Este sector de la población lleva muchos años sin representantes, liderazgos y partidos políticos con los cuales se sienta identificado e ilusionen con una forma de gobernar distinta, alejada de los tintes autoritarios, populistas y con destrucción institucional emprendidos por la autodenominada “Cuarta Transformación”.
En este sentido, primero es urgente que emerja un verdadero proyecto de nación, que escuche, aprenda y proponga con base en los principios de buen gobierno, el respeto de las mayorías y minorías, que garantice un México más seguro sustentado en una estrategia distinta de seguridad, que promueva y detone el desarrollo económico, que garantice el cuidado del medio ambiente, que se interese por mejorar la educación y que mejore nuestro muy precario sistema de salud como sus principales prioridades.
Los resultados electorales nos indican que el sistema de partidos actual está obsoleto, no es representativo y nos ha dejado sin mayor opción a muchos mexicanos que decidir por la opción “menos mala”. Sin embargo, los resultados nos demuestran que la alianza opositora (hasta ahora conformada por el PRI, PAN Y PRD) o Movimiento Ciudadano son opciones insuficientes, agotadas y desgastadas con las cuales no se podrá construir un proyecto opositor serio. Basta con señalar a personajes empañados con casos de corrupción, nepotismo y vínculos con el crimen organizado para disuadir la idea de un proyecto alterno de nación.
Lo cierto también es que nos queda convencer por medio de datos, de contraste de realidades, de trabajo a ras de calle y sobretodo de empatía -comprendiendo y buscando atender a los grupos sociales más desfavorecidos- de que el rumbo que tomó el país no nos acerca hacia un futuro mejor, con un sexenio histórico de muertes como resultado de una estrategia fallida contra el crimen organizado, proyectos faraónicos sin rentabilidad, opacos y sin concluirse como la Refinería Dos Bocas, el Tren Maya o la remodelación del AIFA -que incluso serán un lastre para la próxima administración-, la destrucción de un sistema de salud que dejó de atender a millones de mexicanos gracias a la ineptitud de las personas que lideran las instituciones públicas, entre muchos otros que vivimos todos los mexicanos diariamente.
El reto es mayor, la diversidad de ideologías, agendas, necesidades, nos hacen asumir que se debe crear una nueva opción en la que se involucren académicos, sociedad civil y movimientos que han sido afectados por el ejercicio de gobierno. A unas horas de tan estrepitosa derrota, urge levantarse, construir liderazgos locales, nacionales que promuevan un proyecto distinto de nación, alejado del miedo y el rechazo y convertirse en ser propositivos, que conmuevan e ilusionen con mucho trabajo, técnica y ciencia.
Es momento de dejar el letargo y tomar los asuntos públicos como parte de nuestra vida, los riesgos de un régimen absoluto y totalitario nos recuerdan a nuestra propia historia de un régimen hegemónico, como aquel PRI que duró 70 años en el poder que con claro obscuros se puede repetir.
La base ahí está, cuando menos 21 millones de personas no le otorgaron su apoyo a Morena, está en nosotros construir una alternativa de México, con dignidad, responsabilidad, empatía, que escucha, aprenda y proponga un proyecto de nación que ilusione y convenza de que un mejor México es posible.
[1] Según los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares 2024, con el 93.83% de las actas capturadas.
Totalmente de acuerdo contigo…. Siempre será posible la construcción de un mejor México para todos!!!!
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