¡Viva el servicio público!
"Cuando todo sea privado, estaremos privados de todo"
Desde el 2002, la Organización de las Naciones Unidas designó al 23 de junio de cada año como el Día de la Administración Pública. El marco de su conmemoración es una oportunidad para reivindicar el valor del servicio público, el de las personas que lo ejercen con vocación, así como para identificar los retos que las administraciones públicas tienen respecto a los distintos problemas públicos que se presentan en la sociedad.
Como disciplina, la Administración Pública es el instrumento para proveer herramientas analíticas y de dirección útiles para la solución de problemas públicos en espacios y momentos bien definidos.
¿Cuáles nos parecen los retos más importantes que enfrenta la AP en México?
Paridad y perspectiva de género:
Si bien la reforma constitucional en la materia, de 2019, ha marcado la pauta para que la paridad como un principio constitucional se aplique en todos los órdenes de gobierno y en los tres Poderes, lo cierto es que olvidamos un componente fundamental para lograrlo como lo es que la perspectiva de género (PdG) sea un pieza clave en la enseñanza de la AP como disciplina. El techo de cristal que aún existe dentro de la AP, solo puede romperse con el impulso de la PdG como elemento fundamental dentro del crisol de herramientas analíticas y metodológicas que requieren las y los servidores públicos.
Para transformar a la AP en sentido igualitario, tanto numérico como sustantivo, es necesario formar servidoras y servidores públicos en las aulas, fomentar su vocación por el servicio público con la plena conciencia de que la PdG es una herramienta analítica y metodológica para la comprensión y resolución de los problemas públicos, la cual permite identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.
La AP no puede soslayar que para modificar el estatus de determinados arreglos sociales como lo es el relativo a las tareas de cuidados; para afrontar y detener la violencia contra las mujeres y cerrar la brecha de desigualdad entre los géneros, contar con servidoras y servidores públicos que cuenten con conocimiento sobre perspectiva de género, es fundamental para proponer soluciones.
La AP es una herramienta de transformación social, la más capaz para hacerlo, así que si nuestro horizonte es la igualdad de género y lo asumimos como un objetivo, no nos queda más que seguir impulsando la presencia de más mujeres en espacios directivos y la comprensión e incorporación de la PDG como herramienta para el servicio público, para hombres y para mujeres. El techo de cristal que aún existe dentro de la Administración Pública, solo puede romperse con el impulso de la PdG como elemento fundamental dentro del crisol de herramientas analíticas y metodológicas que requieren las y los servidores públicos.
Revalorar la importancia social de la AP
Este día es siempre un buen motivo para recordar que la administración pública se encuentra presente en nuestras actividades diarias, las cuales van desde la provisión de servicios como la energía eléctrica, el agua potable, la movilidad; hasta funciones mucho más complejas como la seguridad pública, la regulación del trabajo, la salud, la educación y las funciones de protección civil, por citar tan solo unos ejemplos. Es por eso que, luego de décadas en las que la tarea de lo público ha sido denostada, quienes participamos en estas actividades debemos demostrar con resultados el valor que tiene en la resolución de los múltiples y complejos problemas sociales. Si bien esta tarea es operada por las personas dedicadas al servicio público, también lo es que requiere de la colaboración y la participación activa del sector privado, las organizaciones de la sociedad civil y la población en general.
Impulsar una agenda de profesionalización del servicio público
El derecho a la buena Administración Pública es clave para facilitar y capitalizar el ejercicio de todos los demás a través de servicios y políticas públicas.
Es por ello que el derecho a la buena administración pública solo se puede materializar si quienes tienen en sus manos dicha responsabilidad, cuentan con las herramientas, capacidad y actitud necesarias para hacerlo. Si hay profesionales trabajando en las instituciones públicas, es altamente probable que los resultados que ofrezcan las instituciones se acerquen mucho más a las demandas de la sociedad.
El día de la Administración Pública debe ser un momento de celebración y reconocimiento a quienes ejercen el servicio público; en el caso de México, es una oportunidad para reflexionar sobre la corresponsabilidad que tenemos todos los actores para exigir su mejor funcionamiento, pero principalmente impulsar el compromiso de los actores políticos con la profesionalización y la paridad de género en el servicio público como un componente fundamental de la agenda pública.
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